Queremos contaros la tradición que tenemos en Cataluña el 24 de diciembre por la noche.
Unas semanas antes de este día, las familias cogen un tronco de árbol medianamente grande y lo llevan para casa.
Este tronco pasa a ser hasta el día mencionado un miembro más de la familia, se le llama Tió.
Se le va dando de comer cada noche para alimentarlo bien y el 24 por la noche se le tapa con una manta y empezamos con la tradición:
Mientras los bebés y niños con un palo de madera le dan al Tió, se canta esta canción popular que, aunque tiene varias versiones, la más común es esta:
Caga Tió, neules i torrons, sinó cagues ara … ¡cop de bastó!
Caga Tió, Tió de Nadal, no caguis arengades que són molt salades
Caga torrons que són més bons
Sinó cagues torrons … cop de bastó, cop de bastó
¡Cop – de – bastó!
Caga Tió, neules i torrons, d’aquells bastons
I un confit de tan en tan
Al terminar la canción, ponen la mano debajo de la manta y ahí están los regalitos. Eso dura, dependiendo de cómo le hayas alimentado los días anteriores, un par de horas.
Una vez ayudado al tió a cagar todo lo que ha comido en diciembre ya los niños van a dormir felices y nerviosos por la siguiente llegada… ¡Papá Noel!
Originariamente, al acabar, se quemaba al Tió en la chimenea y regalaba la luz y el calor.
Es una tradición catalana muy divertida para los niños y para toda la familia.
Os ponemos algunas fotos de cómo es el tió.
Además, en los mercadillos navideños de Cataluña podéis encontrar también los Tiós en miniatura.